“Cuando los héroes mueren, las leyendas nacen”, reza el proverbio, y si uno ve con detalle se cumple a cabalidad, cuando el Obispo Romero, estuvo fungiendo en el arzobispado pocos fueron los que le prestaban atención a sus discursos que “acuerpaba” a los sin “voz” y que hacían fuertes críticas a los que manejan el país económicamente.
A 35 años de su muerte a manos de un franco tirador auspiciado por la derecha de nuestro querido El Salvador el que fue “voz de los sin voz” hoy vive en millones de corazones, y no es para menos un SANTO, no nace todos los días y menos en todos los lugares del mundo, y Dios escogió un pedazo de El Salvador para que naciera al que pronto será subido a los altares y venerado por la feligresía católica.
En la actualidad diferentes personas viven como el Mártir y otros comparten los ideales, otros que simplemente no quieren aceptar la historia que cobija a todo el pulgarcito de América
Lo cierto es que si aceptan, quieren o no, el 23 de mayo El Salvador estará en los ojos de todo el mundo por la Beatificación de él tan querido obispo y que como él dijo “si me matan resucitare en el pueblo”, similar a la frase de Jesús “si me matan resucitaré al tercer día”
Tres décadas y media han pasado y aun no hay condenas por la horrenda escena, sin embargo de la justicia divina nadie se escapa, al que se le acusó de ser el actor intelectual murió de cáncer en la garganta de los demás poco se saben, lo que sí es importante lo que dice el Evangelista Lucas: “Cualquiera que haga tropezar a uno de estos pequeñitos que creen en mí, mejor le fuera si se le atase una piedra de molino al cuello, y se le arrojase en el mar”.
Publicar un comentario
Gracias por participar